Para reducir el cobro del recibo eléctrico y disminuir los costos de producciónes importante saber cómo se factura el consumo con el fin de emplear las estrategias adecuadas para evitar registrar una elevada “demanda eléctrica”.

Una de las maneras más prácticas para lograrlo es distribuir el funcionamiento de los equipos de modo que algunos no operen al mismo tiempo.

La demanda (KW) es unos de los costos básicos y se define como la suma de todas las cargas eléctricas que se utilizan simultáneamente. Los otros cargos son el consumo de energía (KW-hr), la multa por el factor de potencia, el factor térmico, el alumbrado público y el alquiler de transformadores. Este comentario está dirigido en disminuir la demanda porque representa en algunos casos más del 50% de cobro de la factura.

Toda empresa tiene equipos que funcionan con horarios más flexibles que otros, por lo que podemos clasificarlos y evitar utilizarlos en los horarios de mucha producción y especialmente en las horas picos del día, de esta manera se lograran obtener grandes beneficios económicos.

Algunas empresas son capaces de disminuir la “demanda” realizando los trabajos manuales en los horarios más caros y trasladando algunas actividades que generan consumo de energía a los periodos más económicos del día.

Otra oportunidad para disminuir la demanda eléctrica es manipulando las cargas discrecionales las cuales operan por periodos cortos y luego se desconectan sin que casi nadie lo perciba, estos son por ejemplo los equipos de calefacción, el aire acondicionado, los ventiladores, los calentadores de agua, los sistema de refrigeración y los compresores de aire entre otros.

La desconexión de estos se realiza de manera automática mediante “temporizadores” hasta los sofisticados “administradores de energía” que se encargan de meter y sacar las cargas de tal forma que la demanda se mantenga siempre cerca de un límite pre-establecido.

Los dispositivos que controlan la demanda trabajan muy bien con las cargas discrecionales, las cuales constituyen una parte sustancial de la carga instalada, dado que su interrupción por cortos periodos no afecta la operación.

Otro punto clave en el ahorro energético es el manejo de la iluminación; se puede lograr reducir la carga diseñando el sistema de alumbrado dejando la posibilidad de que las lámparas se apaguen por etapas mediante el uso de foto celdas sin afectar la uniformidad de la iluminación. Se puede reducir la iluminación de oficinas en horas no laborables y apagarlas cuando no están en uso. Se pueden utilizar sensores de movimiento en ciertas áreas. Además se debe aprovechar al máximo la luz natural y dar mantenimiento a las luminarias para que funcionen eficientemente.

Finalmente, se recomienda tener una adecuada asesoría técnica para seguir las recomendaciones y ponerlas en práctica, los resultados se reflejaran en el próximo cobro eléctrico.


Por Ing. Renato Soto.