El contenido de humedad en el aire es vital para el desarrollo de la vida, sin embargo las altas concentraciones en lugares no adecuados tales como bibliotecas, casas habitación, oficinas, procesos industriales, cuartos de hoteles, hospitales, etc. pueden traer problemas de salud y pérdidas económicas. 

Logrando disminuir la humedad se puede eliminar en gran medida la existencia de ácaros, moho y hongos para vivir en un ambiente saludable, también se puede controlar determinados procesos de fabricación y almacenaje donde se exige minimizar los porcentajes de humedad para evitar las anomalías y daños a equipos electrónicos, además evitar el deterioro de elementos de decoración o arte; reducir las dolencias de las vías respiratorias e incluso prevenir el deterioro de sustancias orgánicas como los productos alimenticios, entre otras muchas más aplicaciones. 

La deshumidificación es el proceso de retirar el vapor de agua contenida en el aire, llamada también humedad.  Existen al menos dos procesos diferentes para remover la humedad del aire, estos son: por enfriamiento hasta alcanzar una temperatura por debajo del punto de rocío, y poner en contacto un desecante con el aire, con lo cual la humedad del aire migra hacia el desecante impulsado por la diferencia en las presiones de vapor entre el aire y el desecante.

Deshumidificación por enfriamiento: El aire puede deshumidificarse con sistemas de aire acondicionado convencionales de compresión de vapor. Estos enfrían al aire a una presión constante hasta una temperatura abajo de la temperatura del punto de rocío, ocurre que se condensa parte del vapor de agua presente en el aire. Este tipo de deshumidificación es el más utilizado en los equipos de aire acondicionado comercial y residencial. Para realizar este proceso el evaporador, del sistema de compresión de vapor, debe operar a una temperatura más baja que la que es requerida para extraer la carga de calor latente de enfriamiento del espacio acondicionado, esto hace que el sistema tenga bajos coeficientes de operación. 

Deshumidificación por desecantes: Un desecante es una sustancia química que tiene una gran afinidad por la humedad, es decir, es capaz de extraer o liberar vapor de agua del aire, en cantidades relativamente grandes con relación a su peso y volumen. Los desecantes pueden ser sólidos o líquidos, varios tipos de desecantes sólidos son ampliamente usados entre ellos tenemos por la silica gels, cloruro de litio y malla molecular. La silica gels contienen numerosos poros y capilares en la cual el agua es condensada y contenida, tiene una alta capacidad de absorber la humedad y puede regenerarse si se somete a una alta temperatura. Cuando retienen o liberan humedad lo hacen sin estar acompañados de cambios químicos, el único cambio es la adición de la masa de vapor de agua al desecante.  
La deshumidificación del aire con desecantes ocurre cuando la presión de vapor de la superficie del desecante es inferior a la del aire ambiente, entonces el desecante absorbe vapor de agua del aire. Cuando el vapor de agua es absorbido la presión de vapor en el desecante se incrementa hasta experimentar el equilibrio. Para poder reusar el desecante es necesario regenerarlo, es decir, quitarle la humedad. La regeneración del desecante se logra calentándolo para que se incremente su presión de vapor, seguida por el contacto de una corriente de aire que tiene una presión de vapor de agua más baja, repitiéndose el ciclo una y otra vez. 

El impacto de los deshumificadores en la industria es realmente importante pues además de conservar los productos brinda un ambiente confortable para las personas; existe una gran variedad de equipos con diferentes capacidades según sea su aplicación, se recomienda adquirir aquellos que cuenten con un apropiado respaldo técnico tanto como de stock de repuestos. 


Por: Ing. Renato Soto