El mantenimiento autónomo es todo el mantenimiento rutinario llevado a cabo por los mismos operarios, sin tener que recurrir a la mano de obra especializada de los mecánicos ó electricistas.

Los operarios con este nuevo rol de trabajo, además de manejar correctamente los equipos, deberán realizar trabajos de limpieza, lubricación, ajustes, reemplazos simples y realizar inspecciones visuales periódicas para evitar malos funcionamientos. Mediante una adecuada capacitación ellos serán capaces de diagnosticar oportunamente las fallas y luego deberán asistir a la reparación de las maquinas para trabajar como ayudantes.

Los beneficios de su implementación son satisfactorios porque se obtiene mayor disponibilidad del personal técnico para resolver las otras tareas complicadas y prioritarias, por consiguiente se reduce las horas extras, además se logra menores tiempos de parada de los equipos por lo que aumenta la confiabilidad y se forma una fuerza de trabajo altamente entrenada, también se obtiene un mejor conocimiento de los equipos.

Para implementar esta modalidad de mantenimiento, (para variar…), se debe vencer la resistencia al cambio, por lo cual debe existir un compromiso y fuerte apoyo por parte de las gerencias. Se debe dar seguimiento mensual por medio de un indicador comparable para medir los resultados en el tiempo y verificar que se estén cumpliendo los programas establecidos.



Por Ing. Renato Soto