Hasta que empecé a ejercer mi profesión de ingeniero me di cuenta de la gran responsabilidad que había adquirido de velar por la integridad física de las personas a mi cargo.

Los dispositivos de protección personal juegan un papel fundamental en la seguridad de los técnicos y operarios. Tienen como objetivo evitar que alguna parte del cuerpo del trabajador haga contacto con riesgos externos y se lesione.

En muchas empresas el uso del equipo de protección personal no es de uso obligatorio, además un gran porcentaje de trabajadores no lo ven con gusto y frecuentemente les molesta llevarlo puesto por su incomodidad y porque limita la libertad de movimientos, por lo cual no es sorprendente que a veces ni lo utilice.

Como consecuencia las lesiones más frecuentes son las lumbares producto de levantar objetos pesados ò caídas de alturas, también se presentan con regularidad cortadas y majadas, electrocuciones y lesiones en los ojos.

Realmente es reprochable la actitud de algunos patronos por no exigir para sus empleados las medidas preventivas para evitar los accidentes, los cuales los pueden llevar a pagar una serie de sanciones. Peor aun son los empleados que no utilizan los equipos que se les brinda, resultando en una pérdida de tiempo, de esfuerzos y de dinero.

Toda empresa debe hacer el máximo esfuerzo posible por concientizar a su personal sobre la importancia de utilizar en todo momento el equipo requerido para cuidar su salud. Considero que es recomendable premiar a quienes realicen el adecuado uso de las medidas de protección personal y llamar la atención a quienes no acaten este lineamiento, de esta manera incentiva un adecuado comportamiento y aseguran la disponibilidad de sus empleados y la continuidad del trabajo.

Recordemos que no existe negocio exento de accidentes laborales, estos pueden ocurrir desde la planta más pequeña hasta las empresas transnacionales, desde oficinas hasta talleres industriales, lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta que nuestra vulnerabilidad a sucumbir a un accidente es mayor que lo nos imagináramos.

Por Ing. Renato Soto