Las tecnologías de iluminación han evolucionado mucho desde que Thomas Edison invento el bombillo incandescente que transformaba el 5% de la energía en luz y el restante 95% en calor, pasando por las lámparas fluorescentes y hasta la actual tecnología LED que utiliza casi toda la potencia en luz, ayudando a los hogares y a las empresas a reducir sus costos y a colaborar con el medio ambiente.
Se estima que el 10% energía eléctrica consumida en la industria se debe al alumbrado, es por esto que una de las mejores oportunidades en ahorro energético se en encuentra en el cambio de iluminación de las lámparas incandescentes (HID) por sistemas de iluminación fluorescentes que dan la oportunidad de economizar entre el 40 y 60% de energía. Su vida útil es mayor, tiene rápido retorno de la inversión (aprox. 2,5 años), permiten ser usados con sensores de encendido y apagado instantáneo, maximizando los ahorros de energía, asimismo su instalación es muy sencilla y el impacto en la reducción de emisiones de CO2 es relevante sobre todo en países industrializados.
Las lámparas con fluorescente T12 con balastros magnéticos se pueden convertir en lámparas T8 ó T5 con balastros electrónicos, es decir se reconstruyen ó pueden ser reemplazadas del todo por tecnología LED.
En el caso de una antigua lámpara F48T12 de 4 tubos que consume 192 Watts, en su transformación se instala con solo 3 tubos F32T8 que consumen solo 96 Watts considerando que el consumo del balastro electrónico es insignificante. Además se hace el cambio de las bases para el ensamble y se incluye un reflector anodizado para tener mejor rendimiento. El montaje debe alcanzar máximo 4 metros de altura, sin embargo se manejan otras opciones de mayor potencia como por ejemplo el F54T5 que permite alcanzar hasta los 6 metros con el requisito que requieren tener buena ventilación para disipar el calor generado.
Otro caso es cuando se tiene lámparas de 2 tubos tipo F48T12 que consumen 96 Watts, en la conversión los tubos se instalan individualmente en fila por otros de F32T8 siendo 32 Watts el consumo por cada una ó por F28T5 siendo 28 Watts el consumo de cada tubo.
La disminución del consumo se calcula determinando, para cada tipo de tecnología, las horas de operación mensual por la cantidad de lámparas y por el consumo de cada una, luego se resta el dato de T12 menos el de T8 ó T5.
  •  Consumo de F48T12 para: (5 horas diarias x 30 días) x 50 lámparas x 192 Watts = 1440 Watts-hr/mes.
  •   Consumo de F32T8 para: (5 horas diarias x 30 días) x 50 lámparas x 96 Watts = 720 Watts-hr/mes.
 El ahorro es del 50% y el tiempo de recuperación de la inversión es alrededor de 1,5 años por tratarse de lámparas reconstruidas.
   
Por otro lado la iluminación de estado sólido es la propiedad que tienen los semiconductores de emitir luz de alta eficiencia, llamados LED (Light Emitting Diodes).
  
La iluminación de estado sólido produce más luz por Watt de Energía que cualquier otro tipo de fuente y su duración es alrededor de 50.000 horas, mientras que las luces de fluorescentes es alrededor de 7.500 horas y las incandescentes duran unas 1.000 a 2.000 horas.
  
Además tienen otras excelentes características como que se encienden rápidamente proporcionando una luz brillante en microsegundos, son mucho más pequeñas que las habituales haciéndolas perfectas para una variedad de usos, NO contienen gases contaminantes, si por alguna razón el tubo se rompe no hay peligro de que se contamine el ambiente con gases como el mercurio que es altamente contaminante y venenoso. En comparación con el consumo dado por un tubo común T8 de 1.2 metros con balastro electrónico es de 36 Watts contra el tubo T8 de 1.2 metros LED que consume 18 Watts, este no utiliza balastro el cual es el componente más caro de una luminaria y se conecta directamente a la red eléctrica, además es multi-voltaje de 85 a 277VAC, soportan picos de voltaje de hasta 500 Voltios. La instalación de uno de estos es muy fácil y rápida porque su forma es exactamente igual a la de un fluorescente común por lo que no hay necesidad de cambiar la infraestructura para utilizarlos, además reduce enormemente el mantenimiento. Al ser nuevo en el mercado su inconveniente es el alto precio.
  
Con todo esto y antes de valorar el costo y la rentabilidad de las lámparas energéticamente eficientes es mejor pensar que nuestro planeta necesita que sus habitantes consuman cada vez menos y usted puede ayudar a que esto sea posible.

Por: Ing. Renato Soto.


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